sábado, 24 de abril de 2010

Respirar: inspirar-vivir-espirar

Un cuarto de hospital, una mujer con dilatación vaginal, doctores, enfermeras... y un crio saliendo del cuerpo de la mujer. Segundos después la nalgada al bebé y el momento mágico: su primer inhalación.

Un cuarto de hospital, un anciano desahuciado y un monótono "beep"... de pronto el "beep" se convierte en un sonido uniforme, agudo y molesto; el anciano vive su última exhalación. Magia también.

La magia más grande reside en TODO lo que hacemos durante estos dos momentos: la primer inhalación y la última exhalación. La vida la podemos resumir en un número enorme de respiraciones entre la gran respiración que tenemos. Es un ciclo de dos situaciones antagonistas que se necesitan una de otra para poder ser, y que nosotros necesitamos de ellas para poder estar... poética simbiosis.


Alguna vez escuché una anécdota del por qué las gimnastas tienes ese poder tan grande de concentración: "si estás a casi un metro del piso, sobre una barra de 10cms de ancho dando piruetas, si no te concentras te rompes los dientes y la madre". Yo no creo estar jamás en algo similar (espero), ni en circunstancia física, ni en circunstancia anímica... tengo años de no visitar al dentista y así se va a quedar. El terror, el miedo, la preocupación son cosas que nos hacen tener niveles de concentración demoniales, ¿por qué no podemos simplemente concentrarnos y estar donde estamos, simplemente disfrutar? Porque no sabemos respirar.

El respirar es más que el sólo hecho de un impulso, casi arco reflejo, por sobrevivir. El respirar es un arte, y es parte del maravilloso arte de vivir. Preguntate ¿cuándo fué la última vez que sentiste y disfrutaste de esa brisa del mediodía sin que nada, absolutamente nada más existiera ni importara? Atrévete a sentirla, y permítete observar tu respiración. Siente como tu exhalación es más profunda, y no porque quieras sacar todo de ti, sino porque quieres hacer más tuya esa brisa... sacar más, tener más espacio que llenar. Es más sencillo sentir un huracán que sentir esa brisa rozar tu piel y tu ser.

Vive.Respira.Siente.Vive.

Los antiguos textos de yoga dicen que todos nacemos con un número determinado de respiraciones, que cuando agotemos ese número es cuando debemos morir. Los ciclos de respiración de yogis puede llegar a ser de uno por minuto, en ocasiones poco más. Los ciclos de respiración de una persona habitante de una megaurbe pueden ser de dos por cada tres segundos. Esos son los extremos, depende donde te quieras situar, pero hazlo conciente. Tu respiración es lo que te conecta al presente, lo que te conecta con tu cuerpo, lo que te conecta con tu mente, lo que te puede conectar con tu verdadero YO.

Ya vendrá esa exhalación, mientras disfruta todas tus respiraciones que son lo único que tienes. Vive y respira, respira y vive.

domingo, 11 de abril de 2010

El inicio

Para todo siempre hay un inicio, en ocasiones lo vemos venir, en ocasiones simplemente ocurre.

"La naturaleza de todo es cambiante".

El sufrimiento viene cuando no aceptamos que las cosas son como son; o peor aún, podemos no disfrutar lo que es por tercos y aferrados (disfruta hasta el dolor de la herida punsante y con pús).

Este nuevo inicio comienza por mi afán de aprender más acerca de mi cuerpo, de cómo se utiliza y funciona mejor, el afán de aprender de mi gran maestra (que es más amiga y familia) Candya. Vienen más cosas junto con la certificación, viene uno y otros cambios más. Agradecido por esto y por conocer gente con un verdadero deseo de crecer, de quererse comprometer a aprender algo serio y real.

Seguiremos en el camino. Las cosas que inician necesitan la energía de otras que hayan terminado.

Seguidores