sábado, 5 de junio de 2010

A ojo de buen cubero

Cuando uno empieza a tomar clases o talleres en lo cual se es nuevo siempre queda uno asombrado por aquellas cosas que "sólo los expertos saben" o que pueden ver. La realidad es que uno va aprendiendo a observar aquellos pequeños detalles que hacen la diferencia entre algo bueno y algo muy bueno, por decir un ejemplo.

En este caso el objetivo fué observar la postura de la gente al ser ellos mismos. Si nos dicen que van a observar cómo es nuestra postura, y sabemos que vamos a ser observados concientemente mejoramos toda la estructura que tenemos. El caso es distinto si nos toman in-fraganti, en ese caso nosotros somos nosotros mismos.

Uno de los objetivos de este trabajo fué observar a la gente en lugares públicos. La mayoría de nosotros vemos día a día gente citadina, con labores de oficina; en mi caso por el lugar donde vivo tube la oportunidad de observar gente que trabaja en el campo, gente con problemas de obesidad, mujeres embarazadas, cuerpos "de gimnasio", niños que aún juegan en la calle, y a mis propios alumnos.

El primer punto que pude observar es que no encontré a persona alguna con una postura neutra ni en cintura escapular, ni en cintura pélvica.

Otro punto a recalcar es que la mayoría de los hombres tienen una anteversión de la pelvis, y en el caso de las mujeres no hay una situación que sea mucho más marcada que otra respecto a la pelvis (en porcentaje).

Lo más complicado fué el tratar de observar la respiración de la gente, este caso sólo lo pude hacer con mis alumnos. En mi opinión personal, la gente no sabe respirar y utiliza sólo un volumen muy pequeño de sus pulmones para hacerlo; esto me hace pensar que es el origen del eterno cansancio de las personas.

Lo más sencilloen este ejercicio fué observar la posición de los hombros. Las pocas personas que observé con cuerpos de hacer ejercicio a pesar de tener una postura un tanto más erguida seguian manteniendo una protracción de hombros, en ocasiones muy marcada. Observé a varias personas con obesidad que además de la protracción de hombros presentan una cifosis muy pronunciada, a lo cual tras pensarlo detenidamente sólo puedo llegar a la conclusión de que sea por debilidad muscular en la espalda, pero quisisera tener más opciones para respuesta. Por otro lado observé que existen personas con una elevación de hombros, esto con mucha más frecuencia en hombres jovenes; al mismo tiempo es muy frecuente observar en ellos una "caida" al frente de su cabeza (como si pesara mucho).

De todo esto, la última observación que puedo anotar es que, a pesar que la gente vaya al gimnasio a hacer mucho músculo, no existe una buena cultura de conciencia y disciplina física. Los pocos que tienen cuerpo de haber hecho deporte o ir al gimnasio tienen una postura física, que hasta donde he aprendido no es tan cómoda o puede generar ciertos problemas (como dolores de espalda), y otra realidad aún más triste de mencionar: a la gran parte de la gente no le importa cuidar de su cuerpo, sólo lo voltean a ver cuando las cosas se ponen feas y el dolor es insoportable.

Hace unos días leí una propaganda de una taquería que decía "tallas hay muchas, vida sólo una", me dejó pensando mucho al ver tanta gente haciendo fila para comerse unos tacos (que muy buenos han de estar por la cantida de gente), y el gimnasio al lado tan vacio. Tal vez te preguntarás el para qué tener una buena postura, y creo que lo más indicado sería preguntarle a tu espalda y tus piernas. Sólo cabe recordarles, que como dice el título, esto que observé y anoté ha sido por lo que he estudiado, aprendido, y por aplicar el "ojo de buen cubero".

1 comentario:

  1. Gustavo,

    es interesante ver que en muchas conclusiones de tus observaciones son similares a las de tus compañeros y otras como el asunto de la anteversión en hombres, difieren.

    Acerca del saber respirar o no, a mi me gusta pensar que todos sabemos respirar porque lo hacemos si estamos vivos, y también que las limitaciones respiraciones se deben a interferencias de tensión que hay que remover.

    Como dice Fausto, nuestra esencia, nuestra naturaleza es despierta, el trabajo es depurar y quizá, acercarse a uno mismo.

    Afecto,

    Candia *

    "sencilloen"

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